martes, 5 de agosto de 2014

Recapitulación



En realidad nunca la amé. Lo nuestro fue poco más que sexo, bueno o malo según las circunstancias. Visto así, los dos ganamos. Por desgracia, ella no piensa lo mismo y exhibe las facturas del amor que, dice, invirtió conmigo. Su postura me toma desprevenido. En ese entonces, no creí importante sumar orgasmos, dividir momentos compartidos, restar charlas dentro y fuera de la cama, sonrisas obsequiadas... ¿Y qué decir del dinero que gasté en comidas, ropa, alcohol y hoteles? Acepto que no quiero confrontar la realidad con los sueños perdidos, pues vistos así, en pedazos, ya no somos nosotros.

2 comentarios:

ROSIO dijo...

oh ohhhhhhhhh
me gusto...permiso

josé manuel ortiz soto dijo...

Adelante, Rosío.

Abrazo.